martes, enero 19, 2010

LAS MANOS DE DIOS.



Un día os hablé de él como una de mis debilidades. El Dr. Pedro Cavadas es una persona que admiro. Sigo su trayectoria fielmente, no me pierdo ninguna de sus entrevistas o documentales y ando pendiente de todos sus avances en el mundo de la medicina.

Ayer por la tarde estuve en su fundación, un lugar que habla de él en cada rincón. Para empezar, la presencia de África es palpable en las paredes, en los adornos, en las fotos.

Hubiera preferido verle en otra parte, en una conferencia o circulando con su bici por la calle, pero a veces las cosas no se eligen, surgen simplemente y suceden.

Hay un peregrinaje constante de pacientes que ponen todas sus esperanzas en esta eminencia de la ciencia. Entran, salen, les saludan por su nombre con cierta familiaridad.

Pensé que iba a estar nerviosa al sentarme frente a él, pero para nada. Aluciné un poco, me parecía irreal estar en su despacho. Es muy bonito, moderno, grande, familiar. Está presidido por la foto de sus dos hijas, sin duda son su debilidad.

Lo primero que me sorprendió de mí misma, es que mi mirada, se fue directa a buscar sus manos. Las tuve cerca, lo suficiente para poder observarlas muy bien. Unas manos especiales, que han salvado muchas vidas, que han ayudado a calmar el dolor de muchas personas y han devuelto la esperanza y la sonrisa a muchas otras. Manos poderosas.

Me llamó la atención que es grande, en todos los sentidos. La percepción que ofrece la televisión a veces es engañosa, es alto y delgado, pero real, afortunadamente.

Sus formas. Un saber estar apabullante. Se mantiene en su sitio y te ofrece al mismo tiempo confianza, sabe romper el hielo, combinar lo formal con lo informal, en definitiva, consigue que una se sienta cómoda en su presencia.

Otra de las cosas en las que me fijé, fue en su agenda, repleta de citas, de operaciones, de escritos con tinta azul. El futuro programado.

Cierta filosofía al expresarse, rotundo, convencido, tanto que te convence a tí. Muchísima seguridad en sí mismo, naturalidad también.

Lo mejor, fue el momento en que nos explicó porqué escribía con un boli con forma de dinosaurio que le había regalado una de sus niñas, y nos enseñó como el dinosaurio en cuestión tenía luz dentro de la boca, fue divertido y espontáneo. Lo peor, que descubrí que nadie es perfecto, tiene un defecto, o algo que yo considero un defecto, y no, no lo voy a desvelar, me lo reservo para mí. Sigo viéndole con los mismos ojos.


Fundación Pedro Cavadas.
www.fundacióncavadas.com
Cuenta nº 0030 3050 91 0000106271
EMAIL: fundacion@pedrocavadas.org
La fundación trabaja sobre todo con niños africanos que pueden recibir de este modo tratamientos reconstructivos que de otro modo jamás tendrían. Algunos de ellos, por su complejidad, son traídos a España para ser operados en condiciones óptimas.

8 comentarios:

Ardorín dijo...

Enhorabuena por haber conocido a uno de tus personajes admirados, y piensa que si no tuviese algún defecto no seria humano.

Lorena dijo...

Ardorín: Es un defecto relativo que para otros muchos no lo será. Pero este hombre es como Mary poppins, "practicamente perfecto en todo". ¡Muchas felicidades!!!!!!!!!.ya tienes la tarta preparada. No sé si la hago más para mí que para tí, jajajajajaja

Lorena dijo...

Ardorín: ¡ha llegado!, ¡ha llegado!

CUKA dijo...

Vaya, se nota que lo admiras mcuho, pero me has dejado intrigada con lo del defecto... qué será, será? jeje.
Lo de la fundación me parece genial. No hay nada más terrible que un niño enfermo que no pueda ser atendido...me duele el alma de pensarlo.

Marisol dijo...

Uuuuyyy...espero que sea una visita "no medica"....pero si es así, con eSe apodo, SEgUrO quE tOdo sAlE bien. Antonio se niega a que siga ante e ORDENDOR.
BESOS

Daniel dijo...

La dirección es http://www.pedrocavadas.com/

Lorena dijo...

Cuka: La verdad es que sí, lo admiro irremediablemente, entre otras muchas cosas porque hace lo que nadie se atreve y ayuda a quienes ya no ven salida a su problema, llega al final de las cosas, para bien o para mal. En Diciembre regresó a África y realizó 62 operaciones, va a cinco o seis por día, tiene una capacidad de trabajo brutal. En fin, que en mogollón de aspectos es un tío para admirar. El defecto, queda borroso con tantas cosas buenas, pero ya te digo que para muchos será una cosa más para admirar, aunque para mí sea al revés. Lo que pasa es que hay que comprender como ve el mundo una mente de ciencia. Un abrazote!!!

Marisol: Era médica, ya te contaré, y da confianza saber que esas manos van a tratar el problema. Besitos Antonio!!!.

Daniel: Olvidé ponerla. Un abrazo Danito!

Cecilia dijo...

Reconociendo el buen hacer de este maestro, tengo que decir que, en mi opinión creo que, como tantos y tantos médicos, está algo endiosado, y me explico:
No pongo en duda que tenga buen corazón y que su labor es digna de alabanza, y, sin conocer en detalle las intervenciones que hace en África, me surgen algunas dudas. Si hace sesenta y tantas intervenciones cada vez que va, significa que es él el que las hace. ¿No se está convirtiendo el doctor Cavadas en un elemento imprescindible? ¿Qué pasa si algún año no puede ir a África? ¿Y si le pasara algo y no pudiera volver, qué harían los cientos de personas que le esperan cada año? A esto me refiero con lo de estar endiosado. ¿No sería más efectivo que parte del tiempo que pasa allí lo dedicara a colabrar con algún o algunos hospitale públicos para formar a los profesionales de allí (que los hay) en sus técnicas y formas de hacer? De esta manera, las 60 operaciones que hace en un mes podrían llevarse a cabo a lo largo de todo el año. No podemos los europeos hacernos imprescindibles por donde vamos. ¿Damos los peces o enseñamos a pescar?
Besos